Al enterarse Jesús de la muerte de Juan, el Bautista, se marchó de allí en barca, a un sitio tranquilo y apartado. Al saberlo la gente, lo siguió por tierra desde los pueblos. Al desembarcar, vio Jesús el gentío, le dio lástima y curó a los enfermos. Como se hizo tarde, se acercaron los discípulos a decirle: «Estamos en despoblado y es muy tarde, despide a la multitud para que vayan a las aldeas y se compren de comer».
Jesús les replicó: «No hace falta que vayan, dadles vosotros de comer». Ellos le contestaron: «Si aquí no tenemos más que cinco panes y dos peces». Él les dijo: «Traédmelos».
Mandó a la gente que se recostara en la hierba y, tomando los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los dio a los discípulos; los discípulos se los dieron a la gente. Comieron todos hasta quedar satisfechos y recogieron doce cestos llenos de sobras. Comieron unos cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños.
«Más allá de mi» © Autorización de Fe adulta
«Dawn of hope» © Publicada en Youtube Soothing Relaxation
¿Serán muchos o serán todos?
Se preguntó Jesús rodeado de leprosos
y luego en la soledad del encuentro con el Padre.
¿Serán muchos o serán todos?
Nos preguntó mirando
los cinco panes y los dos pescados,
mirando al niño y a su canasta,
y enviándonos a dar de comer.
¿Serán muchos o serán todos?
Se preguntaba camino a Jerusalén,
curando los sábados,
comiendo con los excluidos y las excluidas.
¿Serán muchos o serán todos?
Se preguntaba también cuando hablaba
como quien tiene autoridad,
cuando ya no había nada que decir,
porque pocos son quienes los van a escuchar
y menos comprender.
¿Serán muchos o serán todos?
Quizás en el fondo, nunca se lo preguntó...
Mientras nos volvió a mirar con amor
esperando que lo reconozcamos al partir el pan.
(Marcos Alemán)