Jesús vio que se acercaba Natanael y dijo de él: «Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño». Le dice Natanael: «¿De qué me conoces?». Le respondió Jesús: «Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi». Le respondió Natanael: «Rabbí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel». Jesús le contestó: «¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores». Y le añadió: «En verdad, en verdad os digo: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre»."
«Jerusalén» © Difusión libre cortesía de Brotes de Olivo
«Taizé instrumental I» © Autorización de Atheliers et Press de Taizé
Tengo sed.
De amor,
de vida,
de respuestas.
¿Quién la saciará?
Tengo sed.
De verdad,
de justicia
y de evangelio,
¿en qué fuente
podré beber?
Tengo sed.
De alegría,
de encuentro,
de humanidad,
¿dónde mana
ese agua?
«Yo soy»,
dices…
Tu palabra,
tu historia
y tu espíritu
son la respuesta.
(José María R. Olaizola, sj)