Adaptación de 2 Cor 9,6-11

Escucha, si siembras tacañamente, cosecharás tacañamente. Si siembras con generosidad, recogerás una cosecha abundante. Piensa, en conciencia, lo que tienes que dar. Pero no lo hagas de mala gana, o por cumplir. Porque si das con espíritu generoso y de buena gana, sentirás el amor de Dios. Dios tiene poder para darte lo que necesitas, de modo que, teniendo siempre lo suficiente, te sobre para obras buenas. Como dice la Escritura: “Reparte limosna a los pobres, su justicia es constante, sin falta”. Dios es el que proporciona semilla para sembrar, y pan para comer. Pues él te dará y aumentará semilla, y multiplicará la cosecha de tu justicia. Escucha, ya eres rico para ser generoso, y así, a través de ti, se dará gracias a Dios.

(Rezandovoy)