De perfumes y latidos nuevos

Llevaremos nombres,
rostros, historias.
Recorreremos caminos,
a paso lento o al galope.
Enjugaremos lágrimas,
compartiremos alegrías plenas.
Pondremos la mesa,
partiremos el pan.
Seremos Palabra, eco y canto.
Hospedaremos hermanos,
aun en las persecuciones estaremos.
Una vez más saldrás al encuentro.

Y lo insignificante se hará Reino.
Oportunidades radiantes, luminosas.
Un amor con aroma a estreno.
La ternura puja y gana.
Hasta el fin del mundo, prometiste.
Perfume, unción, soplo, perdón, envío.
Creo. Creemos.
Otros cristos, cristianos.
Y en cada latido se imprimirá lo nuevo.

(Malvi Baldellou)