Despojarme de todo
Sé que la condición de seguirte
es dejarlo todo.
«El que no deje todo lo que posee,
no puede ser mi discípulo».
Siento que me dices
que me despoje de todo y que confíe en Ti.
Me pides que me lance a tu Providencia
con los ojos cerrados
y que todo lo demás
se me dará por añadidura,
incluso la verdadera eficacia
de nuestro apostolado.
Que tú eres la gran seguridad,
el gran ‘seguro’ del ‘inseguro’.
Ese salto en el vacío oscuro de la fe
es muy difícil
y supone confianza ciega.
(Pedro Arrupe -fragmento-)