Venid y lo veréis
Venid y veréis
cómo crece el fruto
tras la espera paciente.
Veréis al hombre duro
arrojar la piedra al suelo,
y volver a casa en paz.
Percibiréis los milagros
que ocurren en torno,
cuando vuelve la risa
y se disipa el miedo,
cuando se sueltan las losas
que nos oprimen
y se rompen las cadenas
que nos impiden volar.
Venid, y acoged una palabra
que ha de fecundar la historia.
Venid conmigo,
y con tantos otros
a compartir la mesa de todos.
¡No quiero engañaros!
Nos zarandearán las olas,
nos acusará el incrédulo
y en la cruz del desamor
encontraremos a los
más rotos del mundo.
No será fácil.
Pero venid
conmigo,
y veréis la cruz vacía
cuando la Vida entone
su melodía definitiva.
(José María R. Olaizola, SJ)
cómo crece el fruto
tras la espera paciente.
Veréis al hombre duro
arrojar la piedra al suelo,
y volver a casa en paz.
Percibiréis los milagros
que ocurren en torno,
cuando vuelve la risa
y se disipa el miedo,
cuando se sueltan las losas
que nos oprimen
y se rompen las cadenas
que nos impiden volar.
Venid, y acoged una palabra
que ha de fecundar la historia.
Venid conmigo,
y con tantos otros
a compartir la mesa de todos.
¡No quiero engañaros!
Nos zarandearán las olas,
nos acusará el incrédulo
y en la cruz del desamor
encontraremos a los
más rotos del mundo.
No será fácil.
Pero venid
conmigo,
y veréis la cruz vacía
cuando la Vida entone
su melodía definitiva.
(José María R. Olaizola, SJ)