Lo imposible

Nada es imposible
para ti,
y sin embargo,
qué vulnerable.
Qué extraño Tu modo
de ser supremo.
Qué salto impensable
de la eternidad al tiempo.
Qué libre dueño
el que se arriesga a un no.
Qué amor inabarcable
se hace tan frágil.
Qué dominio, 
sin llaves ni cadenas.
Qué sorprendente, Dios,
buscando madre.
Qué fuerte debilidad 
la que estalla
en un Hágase
para transformar la historia.    
(José María Rodríguez Olaizola, sj)