Mi aquí y mi ahora

Señor, Tú eres mi aquí y mi ahora.
No sé el día ni la hora
en que me tocará partir.
Eso lo confío en tus manos.
No quiero vivir con miedo.
Mientras tanto, deseo afrontar cada día
como si fuera el último,
sacándole todo el jugo y sabor.
Mi aquí y mi ahora es:
amar sin dejar nada para mañana,
abrazar sin reservar ninguna muestra de cariño y bondad,
perdonar sin dejar huellas de rencor y resentimiento,
entregarme con una toalla y un lebrillo
entre los pies polvorientos y cansados de los hermanos,
contagiar tu reino y entusiasmar los corazones apagados,
caminar levantando rutas de justicia,
construyendo nueva humanidad, familia con todos.
Todo pasa.
El cielo y la tierra,
los éxitos y los fracasos,
los desamores y las tristezas.
Lo único que queda es tu amor
y el amor que hayamos ido dejando
en nuestro paso por esta hermosa tierra.
Tú eres mi aquí y mi ahora,
pero también mi futuro más feliz.

(Fermín Negre)