Tu libertad más profunda

Toma todo esto que me ata, Señor,
y que tantas veces me cansa.
Recíbelo y abrázalo
para que yo pueda ir asumiéndolo.
Toma tantos miedos que no me dejan avanzar,
y dame la gracia de levantar la cabeza y seguir caminando.
Confiando en que tu libertad más profunda
siempre está llegando.
(Matu Hardoy)