Dios y sus sacramentos

Difícil
vivir contigo.
Imposible
vivir sin ti.

Demasiado tarde
para poder dejarte.
Demasiado pronto
para seguir tu causa
sin sentir ausencias.

Inevitablemente
atado a tu misterio.
Imposible encontrar
otra seducción más libre.

No puedo abarcar tus planes
ni retener tu presencia.
Pero nadie me ofrece
más cercanía que tú.

Solo en la última soledad
nos encontramos
frente a frente.

Pero ¿qué sería de mí
sin los menudos sacramentos,
manantiales cotidianos
donde bebo sorbo a sorbo
el don de tu futuro?

(Benjamín G. Buelta, sj)