Susurros al Libertador

Nada sabes de ataduras,
todo lo sellas con alianzas.
Te armas hasta los dientes
con caricias a mis fragilidades.
Alzando la paz.
Arsenal incalculable de paciencia.
Estallas en carcajadas ante los logros.
Bañas de aliento cada uno de mis pasos.
Batallas sin prisa ni pausa ante el ogro feroz del ayer.
Te prendes en labios y besos,
te liberas en los abrazos dados.
Huyes de brillos y pompas,
quedas erguido entre fantasmas y espejos.
Nada entiendes de cerrojos y cepos,
siempre sabes a vuelo.
Rutinas que se desvanecen,
alambrados que se vencen,
oportunidades que susurran ‘nosotros’
y bajan de un soplido todo encumbrado ego.
Con pies de camino y barro,
con alas que son versos,
con la carne tan apesebrada,
tan crucificada, tan resucitada
con corazón junto a los rotos
en un eterno volver a empezar
me llamas y sueñas libre,
a tu imagen para ser
evangelio viviente.

(Malvi Baldellou)