Mi ternura y mi misericordia

Quiero enseñarte mis caminos e instruirte en mis sendas.
Quiero hacer que camines con lealtad.
Quiero enseñarte, yo que soy tu Dios y tu salvador.
Recuerda que mi ternura y mi misericordia son eternas. Yo me acuerdo cada día de ti con misericordia, porque yo soy bueno.
Soy bueno y recto, y quiero enseñarte mi camino. Quiero que seas humilde para caminar con rectitud. Aprende de mí…

(El salmo 25 a la manera de Dios, Rezandovoy)