No te he negado

Por causa de Tu causa me destrozo como un navío, viejo de aventura, pero arbolando ya el joven gozo de quien corona fiel la singladura. Fiel, fiel... es un decir. El tiempo dura y el puerto todavía es un esbozo entre las brumas de esta Edad oscura que anega el mar en sangre y en sollozo. Siempre esperé Tu paz. No Te he negado, aunque negué el amor de muchos modos y zozobré teniéndote a mi lado. No pagaré mis deudas; no me cobres. Si no he sabido hallarte siempre en todos, nunca dejé de amarte en los más pobres. (Pedro Casaldáliga)