Con el mismo cáliz
Algo queda pendiente
por eso lo hacemos en tu memoria.
Hay una deuda con la historia,
un compromiso con el supuesto fracaso
del resucitado,
que vuelve a morir
en cada Eucaristía.
Muere y resucita
para que vayamos en paz,
pero no tranquilos sino apasionados.
Llenos de tu misma pasión
que en tantos cristos
se sigue encarnando.
Coronados
con tus mismas espinas,
así reconocidos...
Atravesados por la lanza
de donde brota más vida.
Basta que crean
y queden de pie así andando.
«Pierdan la vida y serán saciados».
«¡Tengo sed!» Y te quiero sediento.
«¡Soy pan!» Para tantos hambrientos.
«¡Levántate y anda!»
Brindemos con el mismo cáliz.
(Marcos Alemán)