A mesa puesta

Tú, Señor, hogar abierto que esperas a tus hijos con la mesa puesta, con el banquete espléndido que tú mismo has preparado, me invitas a la danza con todos los seres humanos, para recuperar la fraternidad perdida. Regalo inmerecido que me hace desbordar de gozo y agradecimiento. Enséñame a romper las separaciones y muros de exclusión que construyo a mi alrededor. (Julia Blázquez)