Futuro de humanidad
Creo en los hombres y mujeres
que alientan una sociedad fraterna
sin privilegios individuales.
Creo en aquellos que limpian su conciencia
de esas diarias adherencias
a la fuerza, el poder y la abundancia.
Y en los que curan sin quirófano,
con su mirada y con su escucha,
abriendo confines y parando detonaciones.
Creo en aquellos que con la palabra
disocian el nombre de Dios
del desprecio de los indigentes.
Creo en los que no imponen preceptos
ni dejan que el muro de la tradición
impida la marcha del Espíritu.
Y en los que delante del sagrario
sublevan la piedad de su alma
contra la desdicha y el abuso.
Creo en los que andan y andan sin parar
para que la angustia y el desamparo
no lleguen demasiado lejos.
Hombres y mujeres que viven como Jesús
libres, valientes, tenaces y apasionados,
con la humilde esperanza de un mañana mejor.
(Seve Lázaro, sj)